La ruleta de las emociones nos permitirá jugar con nuestros pequeños, desde primera hora del día, expresando cómo nos sentimos al experimentar diversas emociones, y el por qué nos sentimos así, con lo que los pequeños pueden reforzar su lenguaje verbal y su educación emocional.
La actividad es muy sencilla. Solo necesitamos una ruleta en la que estén reflejadas con un apartado de colores diferentes las diversas emociones que podemos sentir los humanos (o las principales, si los peques son más pequeños podemos empezar por las básicas: contento, triste, divertido, enfadado, alegre…, e ir ampliando nuevas emociones más complejas conforme se hagan mayores).
Te explicamos paso a paso como hacer la vuestra, es muy sencillo:
1 Necesitamos un círculo de cartón.
2 En el circulo pegaremos triángulos de colores distintos en los que escribiremos el nombre de la emoción y a ser posible pegaremos una cara que la exprese.
3 En la parte central pondremos un tornillo, chincheta, clavo… que enganche una flecha que irá marcando las emociones que los peques experimenten.
Ahora solo nos quedará elegir un lugar para colgarla, preferiblemente un lugar donde la familia se reúna, así todos podréis conversar con los peques.
El juego consiste en señalar la emoción que sienten cada día y que expliquen el por qué se sienten así, y sobre todo, que razonen sobre que pueden hacer para sentirse mejor (en el caso de que sea una emoción negativa) y busquen soluciones posibles. Todo ello mediante el dialogo , en el intercambiaréis preguntas y opiniones, logrando desarrollar una autoestima positiva al sentirse escuchados y dar importancia a sus opiniones, además de ayudarles a desarrollar un espíritu crítico que sea capaz de razonar y buscar soluciones a los problemas que les surjan.
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